Campo de Criptana fue el escenario de la meta de la primera edición de la Carrera Entre Molinos Legado Quijote, una prueba solidaria que recorrió 53 kilómetros entre los municipios molineros de La Mancha y que reunió a 250 participantes en el marco del 420 aniversario de la publicación de ‘El Quijote’.
Este domingo se celebró la primera edición de la carrera, una cita que unió patrimonio, deporte y solidaridad en una prueba única en España. Con motivo del aniversario cervantino, la competición reivindicó el orgullo manchego y el valor de los molinos como símbolo cultural de La Mancha.
Organizada por la Diputación de Ciudad Real, a través de las áreas de Deportes y de Impulso Sociocultural y Turístico, la prueba recorrió los municipios de Puerto Lápice, Herencia, Alcázar de San Juan y Campo de Criptana, con modalidades por equipos, parejas e individual. En total participaron 250 corredores, incluyendo un relevo inclusivo con un jubilado, un niño acompañado de su padre y un deportista en handbike.
La carrera comenzó a primera hora de la mañana en Puerto Lápice y finalizó en la Sierra de los Molinos de Campo de Criptana, donde los primeros corredores llegaron tras algo más de cuatro horas, mientras que los últimos completaron el recorrido en más de seis horas.
El alcalde de Campo de Criptana, Santiago Lázaro, anfitrión de la línea de meta, agradeció la implicación de todos los municipios y destacó el valor patrimonial de los molinos: “Esta carrera redundó en un elemento de orgullo de todo lo que es La Mancha y la provincia de Ciudad Real. Los molinos son un elemento diferenciador y una de las mejores marcas que representan a nuestra tierra ante el mundo”.
Lázaro subrayó que la cita contribuyó a reforzar la estrategia turística local y regional, proyectando la imagen de Campo de Criptana y de la provincia: “Hoy podemos decir que estamos orgullosos de nuestro patrimonio, de lo que somos como tierra rica y próspera, y esta carrera fue una forma maravillosa de proyectar nuestra provincia”.
El alcalde, que también participó en la prueba, reconoció el esfuerzo de los corredores en los últimos tramos de llegada a los molinos y calificó la experiencia como una mezcla de disfrute y sacrificio.
Por su parte, la vicepresidenta primera de la Diputación y responsable del Área de Impulso Sociocultural y Turístico, María Jesús Pelayo, agradeció la colaboración de los ayuntamientos implicados y subrayó la importancia de la cooperación institucional: “La colaboración institucional creo que es vital para proteger lo nuestro, promocionarlo y sentirnos orgullosos de lo que somos”.
Pelayo destacó que la carrera se enmarcó en el aniversario cervantino, tomando como embajadores a Cervantes, Don Quijote, Sancho Panza y los molinos de viento: “Se trató de mostrar ese orgullo manchego y difundir nuestro patrimonio para que quienes han venido desde distintos puntos de España hablen de nuestro territorio y generen riqueza”.
Asimismo, resaltó el carácter solidario de la prueba, recordando que se recaudaron 3.500 euros destinados íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
La jornada culminó con la entrega de trofeos en forma de aspa de molino y placas conmemorativas para las diferentes categorías, reforzando el vínculo entre deporte, tradición y patrimonio.