El alcalde de la localidad, Santiago Lázaro, ha anunciado en la Sierra de los Molinos que este emblemático espacio quedará a partir de ahora libre de vehículos,
eliminando el impacto visual que suponían los coches y ganando espacio para el paseo de vecinos y turistas.
Se trata de un importante compromiso de legislatura al que el equipo de Gobierno da cumplimiento con la construcción de un aparcamiento que se ubica a 250 metros de la plataforma molinera, en el entorno del Depósito de las Aguas y fuera del espacio catalogado como Sitio Histórico. Un aparcamiento perfectamente dotado, con 103 plazas marcadas para coche y 5 para autobuses, 3400 m2 , con iluminación nocturna y adecuada señalización. A partir de ahora, la subida a los molinos se seguirá permitiendo en coche pero el estacionamiento de los vehículos se realizará en este espacio.
A esta actuación se sumarán una serie de iniciativas en este entorno que servirán para consolidar y mejorar la oferta turística criptanense como el proyecto de musealización de Sara Montiel, que se realizará en abril, el centro de interpretación del Molino Manchego en mayo, la iluminación del molino Castaño y el empedrado del Cerro de la Paz. En definitiva, una estrategia global que permitirá mejorar estos recursos para hacer Criptana más atractiva y presentarnos mucho mejor ante los potenciales visitantes.
El alcalde ha recordado ante los medios de comunicación que esta decisión supone recuperar en este entorno de un valor patrimonial incalculable, de proyección internacional y catalogado como Sitio Histórico junto al Albaicín, un horizonte poblado por decenas de molinos desde el siglo XVI. Por este motivo lo ha calificado como “acto de justicia con nuestros antepasados” porque permitirá desarrollar el potencial de Campo de Criptana, también desde el punto de vista económico, y recuperar una estampa libre de vehículos que pondrá en valor este escenario que sirve de postal de España en el mundo.
Tal y como ha indicado Santiago Lázaro “soy consciente de que esta medida puede resultar un cambio en los hábitos de muchos vecinos, pero a la vez, estoy plenamente convencido de que no hay vuelta atrás. La mejor forma de valorar nuestros molinos, la mejor forma de hacer patria, es presentarlos sin ningún tipo de impacto que empañe la grandiosidad de este espacio”.